Aprender a comer sano en la infancia es importante porque
ayuda a:
- Crecer, desarrollarse y vivir saludablemente, con la energía que necesitamos para las actividades diarias.
- Tener un estilo de vida saludable desde pequeños nos prepara para una mejor calidad de vida adulta, reduciendo las probabilidades de tener problemas de salud, de comportamiento, de atención e incluso de sueño.
Crecer bien nutridos es la base de una vida saludable, el cuerpo humano se renueva, se regula y se cura sólo y
naturalmente. Pero para lograrlo, necesita el apoyo de una alimentación sana.
Por esto debemos elegir la alimentación que propicie la salud.
En el hogar debemos reforzar en nuestros hijos los
principios de una alimentación de calidad. Ellos deben saber que para vivir
mejor hay que alimentarse, escogiendo los alimentos con decisiones
inteligentes. Una persona sana es más alegre y espontánea.
El ejemplo de los padres es clave para formar hijos
saludables.
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